Muchos estudiantes son ignorantes a las vidas personales de sus profesores, pero las experiencias de la profesora de AVID e inglés Joanne Miyahara criando una hija adoptada y un hijo con autismo juegan un papel importante en su perspectiva como maestra.

Ryan Miyahara, de ocho años, nació con autismo, un desorden mental que afecta la interacción social y comunicación. Uno de los desafíos más grandes para Miyahara y su esposo Derek Miyahara, profesor de ciencias sociales, fue decidir cuáles tratamientos usar.

“Todavía hay muchas investigaciones sobre el autismo y de muchas cosas aun no se sabe sobre la mejor manera de ayudar a alguien que tiene autismo,” Miyahara dijo. “Si te puedes imaginar tu día más estresado, así es toda su vida.”

Ryan fue diagnosticado con autismo a los tres años después de pasar tres o cuatro meses con un logopeda. Le es difícil comunicarse con otros por lo tanto el simple hecho de que Ryan haga contacto con los ojos ya es causa de celebración en la familia Miyahara.

“Cuando vamos de vacaciones, cualquier cosa que lo saca de su rutina es un desafío,” Miyahara dijo. “Cuando fuimos a una reunión de familia en un crucero de Disney fue demasiado para él y se la pasó el 95 por ciento del tiempo en su cuarto.”

Lauren, la hija de Miyahara, ha ayudado a Ryan a no ser tan cerrado. Aunque Lauren tiene seis años, ella es muy madura y paciente con él. Miyahara presiente que le es difícil para su hija ser tratada diferente a su hermano o cuando tienen que irse de eventos sociales temprano.

Es difícil tratarlos de manera igual ya que los dos son personas únicas con necesidades diferentes. Miyahara no quiere que Lauren piense que la tratan diferente porque es adoptada.

“Le queremos hacer entender que ser adoptada la hace especial,” Miyahara dijo.

También, Lauren es coreana y Miyahara y su esposo son japoneses. La madrina cultural de Lauren, Grace Kim, la cual fue profesora en la escuela, le enseña a Lauren sobre la cultura coreana. Su primer cumpleaños fue una cena estilo coreano con comida y cubiertos tradicionales.

La pasión por la música trae a la familia junta en la banda familiar. Se ponen a tocar en la casa con Ryan en la batería y Lauren cantando.

Para su parte, Miyahara ayuda a su hijo lidiar con el autismo y sabe que algún día su hija querrá saber más sobre su adopción.

También siente que su experiencia en casa juega un papel grande en lo que trae al salón.

“Me ha ayudado a entender como mucha gente tiene diferentes desafíos,” Miyahara dijo. “Creo que soy mas sensible hacia los estudiantes que luchan en áreas diferentes.”